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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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domingo, 19 de octubre de 2014

RETRATO DE UNA MADRE en las palabras de Monseñor Ramón Ángel Jara

Por radio trataban de recordar estas palabras y a su autor. para esta ocasión. Una inquietud simpática. Aquí están para compartirlas en el Día de la Madre  
 
 
de http://www.devocionario.com/textos/retrato_madre.html

RETRATO DE UNA MADRE
Monseñor Ramón Ángel Jara

 


[Primeros cuidados (detalle) de W. A. Bouguereau]
Primeros cuidados. 1866.
William Adolphe Bouguereau
Monseñor Ramón Ángel Jara [1] nació en Santiago de Chile el 2 de agosto de 1852. Comenzó sus estudios con los padres franceses en el Colegio de los Sagrados Corazones de Valdivia y en 1862 se incorporó al seminario conciliar de Santiago, donde alcanzó el grado de bachiller en humanidades. Posteriormente ingresó en la Universidad de Chile para seguir la carrera de leyes, pero en 1874 abandonó dicha carrera porque decidió ser sacerdote. Recibió la ordenación sacerdotal el 16 de setiembre de 1876. Llegó a ser el quinto obispo de San Carlos de Ancud y también el quinto obispo de La Serena. Se distinguió por su gran elocuencia, lo cual le valió los títulos de “primer orador eclesiástico de Chile”, “primer orador católico del siglo”, “cisne de la elocuencia sagrada” y “el Crisóstomo chileno”. Falleció en la ciudad de Serena el 9 de marzo de 1917 siendo sepultado en la catedral diocesana.
Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que, siendo joven tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; la mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo rica, daría con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo débil se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero que después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus latidos. De esa mujer no me exija el nombre si no quieres que empape de lágrimas vuestro álbum, porque yo la vi pasar en mi camino. Cuando crezcan vuestros hijos, léanles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vosotros y para ellos, un boceto del Retrato de su madre.


1. Los datos biográficos están extraídos del artículo Crónica inédita del Concilio Plenario Latino Americano (Roma 1899) de Pedro Gaudiano publicado en el «Anuario de Historia de la Iglesia en Chile» [Santiago de Chile] 16 (1998) 155-166, y reproducido en Internet por la Sociedad Uruguaya de Teología. En ese artículo puede encontrar el lector interesado una biografía más detallada de Monseñor Ramón Ángel Jara. [Volver]




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