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Valiosa nota para el tema, por su extensión la presentamos en posts sucesivos
Cuando la intimidad se vuelve espectáculo
Especialistas llamaron la atención sobre las nuevas formas de expresar la sexualidad. Precisaron que faltan límites y educación para frenar los riesgos
En las últimas semanas dos hechos aberrantes de muerte y abuso ganaron los medios nacionales con el ganchoso ribete de videos captados en la intimidad y difundidos con la velocidad de un chisme. El primero fue el ataque de una mujer a su amiga que enfurecida porque difundió un video íntimo que la mostraba cometiendo una infidelidad que le costó la ruptura de su noviazgo, la agredió ocasionándole heridas que resultarían fatales. La acusada Silvia Luna terminó detenida.
Más cerca en el tiempo, las imágenes que desde General Villegas conmocionaron a la opinión pública del país fueron captadas por un celular y muestran a una niña de catorce años manteniendo relaciones sexuales con tres hombres. Esta vez la sociedad entera se dividió adhiriendo a la víctima o exonerando a los culpables.
El Territorio analizó con especialistas y docentes el impacto de la tecnología que revolucionó la sexualidad y que en ocasiones la expone como en una tribuna.
Elena Maidana, docente e investigadora de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades de la Unam consideró en una entrevista publicada en esta edición:
“Más que juzgar, o de valorar en términos de positivo/ negativo la irrupción de la tecnología en la sexualidad, me interesa comprender lo que pasa y por qué pasa lo que pasa. Cuando se habla de que los jóvenes se filman en escenas íntimas es porque repiten lo que ven. Su espejo refleja a los adultos. Las poses con las que se exhiben las aprenden de los medios. En ese sentido no inventan nada nuevo”, espetó (ver la nota completa en página 13).
Por su parte el médico Raúl Claramunt, coordinador del programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud Pública, opinó que “como parte de la cotidianeidad, la sexualidad también se encuentra atravesada por la tecnología y las nuevas formas de relacionarse a partir de la irrupción de la era virtual, no es nuevo que las parejas utilicen elementos como medios para obtener placer y llegar a una vida sexual plena y saludable, pero el acceso masivo a la tecnología hizo que algunas personas sientan placer en el exhibicionismo en mostrar aquello que era sólo para el consumo de la pareja”.
Por su parte, los docentes ven con preocupación que los adolescentes ocupan los celulares en el despertar de su vida sexual.
“Los chicos se sacan fotos en pareja, fotos de beso o de expresiones de cariño y después seguro las publican, habrá que ver cómo la escuela responde para educar en estos temas”, indicó la directora de la Comercio 18, Olga Bernal.
La profesora de letras, Karina Mariño, evidenció que los chicos no miden “que publicar fotos puede ocasionar graves consecuencias. La forma de ver de la gente no avanzó tanto como la tecnología, la manera en que los varones ven a las mujeres o las conductas esperables para uno y otro género”.
La docente del Cep 5 del barrio A4 de Posadas señaló que chicos de todos los estratos sociales tienen acceso al celular y a las redes sociales a través de ciber o en la casas, “en la escuela se negoció y los chicos pueden usar el celular en el recreo no hay manera de que no lo traigan a la escuela”, dijo.
Entre los estudiantes reconocen que se sacan fotos “a escondidas”. “La forma es sacar una foto a una parejita sin que se den cuenta así los escrachamos en Facebook, más cuando sabemos que tienen novio o novia y los están engañando”, contó Florencia, alumna del Cep.
Los docentes temen más a la manipulación que puedan hacer los adultos utilizando a los adolescentes a través esta nueva modalidad de expresión, “aprovechándose de su lugar de poder como adulto”, manifestó la docente Clara González.
Mezcla de morbo, falta de valores, códigos rotos, irrespeto por el otro y cosmovisión barrial alteran la percepción de los límites y ponen al acto sexual a rodarse como un espectáculo que puede tener tanto de placer como de destrucción de las vidas personales.
Para Claramunt el problema es que los jóvenes -y también muchos adultos- no tienen claro qué es un acto sexual. “Piensan que el sexo oral no es sexo o asocian las relaciones sexuales sólo a genitalidad y esto los expone tanto a enfermedades sexuales como a la manipulación de personas que captan las imágenes con la intención de difundirlas y esto siempre tiene como consecuencia un daño porque te expone a una situación que no consentiste y si un menor consiente este consentimiento carece de valor porque la ley lo protege y dice que un menor no puede consentir un acto sexual”, planteó aludiendo al caso de Villegas.
La directora del Nacional Martín de Moussy contó que la escuela desarrolla contenidos como límites y exhibicionismo en los talleres de educación sexual. “Los chicos publican todo, tienen esa necesidad de registrar todo. En los grupitos, ellos hacen eso, se filman se pintan y se besan, vi algunas fotos de los pequeños grupos después cuelgan en las páginas y se muestra y todos opinan”, detalló.
Lo cierto es que pantalla mediante, pasa lo que se registra. Estados de ánimo, acontecimientos familiares, secretos inconfesables y prácticas íntimas como las relaciones sexuales o hasta bañarse pueden verse reproducidas cientos de veces en internet o por cadenas en los videos de los celulares.
El delegado regional del Inadi, Mariano Antón reflexionó sobre la masividad del acceso a la tecnología que viabilizan la necesidad de verse reflejado. “Hay una necesidad de transcender. Es complejo”, notó.
Y Antón agregó, “los medios de comunicación exponen que el éxito se logra cuando uno consigue destacarse en la televisión. Yo creo que tiene que ver con esos parámetros desacertados de creer que uno es exitoso cuando logra posicionarse en el conjunto de la sociedad”, apreció.
Para el funcionario, formar parte de estos videos de circulación masiva “es en un punto irreversible, de un video cargado en la web puede surgir su daño en cualquier momento no deseado, uno lo puede hacer como una anécdota de adolescente pero después cuando sea un adulto, estos videos o fotografías son fácilmente rastreables que como en una gran memoria virtual, de eso no se toma dimensión, acá en Misiones hay algunos videos muy preocupantes que no han salido a la luz y algunas situaciones confusas en el ámbito educativo”, sostuvo Antón.
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