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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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martes, 27 de noviembre de 2012

XI/XI Mimos en Bogotá: A partir de los mimos



XI/XI Mimos en Bogotá: A partir de los mimos

Los mimos, que a poco de llegar se transformaron en símbolo de Bogotá, mostraban a los automovilistas, unas grandes tarjetas rojas, si su accionar era inapropiado, o blancas, si su conducta merecía la aprobación de toda la ciudadanía. Este ejército silencioso sorprendió hasta a los más escépticos, en pocos años los bogotanos se habían convertido en ciudadanos ejemplares en lo que a comportamiento vial se refiere, y todo gracias a un programa que en su conjunto resultó mucho más efectivo –y un plus, más económico- que cualquier campaña anterior.

X/XI Mimos en Bogotá: Instaurando más medidas efectivas



X/XI Mimos en Bogotá: Instaurando más medidas efectivas
  
Por eso se instauró “la hora zanahoria”, que estableció el cierre de los locales nocturnos y la prohibición de vender alcohol después de la una de la madrugada. También se incentivó a que la gente devolviera las armas, utilizando a la iglesia para no generar desconfianza. Había que entregárselas a los sacerdotes, que daban a cambio unos 50 dólares por cada una.

IX/XI Mimos en Bogotá: Estadísticas confiables delatan a alcohol y armas “Cuando asumió -dice Jaén-, Mockus se dio cuenta de que había un desfase en los datos sobre homicidios que calculaban las distintas instituciones. Medicina legal tenía una cifra, organismos de salud tenían otra, y la policía una diferente. Se propuso unificarlas”. Utilizando las estadísticas para detectar en qué condiciones se cometían los delitos, descubrieron que era elevadísima la asociación con el excesivo consumo de alcohol y la tenencia ilegal de armas.



IX/XI Mimos en Bogotá: Estadísticas confiables delatan a alcohol y armas

“Cuando asumió -dice Jaén-, Mockus se dio cuenta de que había un desfase en los datos sobre homicidios que calculaban las distintas instituciones. Medicina legal tenía una cifra, organismos de salud tenían otra, y la policía una diferente. Se propuso unificarlas”.

 Utilizando las estadísticas para detectar en qué condiciones se cometían los delitos, descubrieron que era elevadísima la asociación con el excesivo consumo de alcohol y la tenencia ilegal de armas.

VIII/XI Mimos en Bogotá: Llegan los mimos



VIII/XI Mimos en Bogotá: Llegan los mimos

“En Bogotá los conductores acostumbraban detener sus vehículos sobre la senda peatonal. Entonces la Alcaldía contrató 150 mimos para que trabajaran en 150 cruces de calles. Cuando un carro se paraba en infracción, el mimo hacía la mímica de empujar el auto hacia atrás, para que dejara de pisar la senda peatonal. Algunos conductores efectivamente retrocedían ante los actos del mimo, pero otros no”, cuenta Acero.

 “Como a la gente le gustaba lo que hacía el mimo, porque defendía el derecho al cruce –continúa Acero-, muchos se juntaban a su alrededor y le pedían al conductor que retrocediera. Pero en caso de que aún así permaneciera intransigente, había 150 agentes de tránsito escondidos que iban y ponían la multa. Por primera vez se vio a la gente aplaudiendo a un oficial que multaba a alguien. Lo mismo hicimos con los cinturones de seguridad y con los cascos para motocicletas”.

VII/XI Mimos en Bogotá: La cultura ciudadana



 VII/XI Mimos en Bogotá: La cultura ciudadana

  “Fue lo más original que tuvo la política de seguridad del maestro Mockus. Hay sociedades en las que si alguien arroja basura en la calle o no cruza como es debido, las otras personas lo van a censurar. Lo que hicimos fue trabajar sobre esos mecanismos regulatorios. Para un delincuente es más difícil delinquir cuando la comunidad está organizada y regula el comportamiento de los demás”, explica Acero.

VI/XI Mimos en Bogotá: Llegan las originalidades y traen sus frutos



VI/XI Mimos en Bogotá: Llegan las originalidades y traen sus frutos

 Para facilitar el control social, se determinó que todos los agentes usaran uniformes de colores muy visibles y con números identificatorios de 20 centímetros de alto grabados en su ropa.

Tanta confianza se ganaron estos gobiernos que ambos lograron recaudar dinero extra, recibiendo donaciones voluntarias de los ciudadanos.