La autora advierte que el deseo sexual -a veces- puede
fallar en una pareja por diversos motivos pero que existen recursos
médico-sexológicos que podemos utilizar para que vuelva a funcionar, por
ejemplo, incorporando la tecnología a la sexualidad.
TEXTOS. DRA. BEATRIZ LITERAT, MÉDICA SEXÓLOGA DE HALITUS INSTITUTO MÉDICO.
El deseo sexual puede definirse como la
disposición a mantener relaciones sexuales y la respuesta sexual humana
abarca una serie de mecanismos que, ante una mínima alteración pueden
fallar, produciendo en consecuencia, la disminución o ausencia del
mismo.
Afortunadamente en nuestros días disponemos de
diferentes recursos médico-sexológicos para que este mecanismo se vuelva
a poner en funcionamiento. En muchos casos, la tecnología puede ser
incorporada a la sexualidad y contribuir al aumento de la libido, pero
es importante poder entender cómo la sexualidad funciona, para utilizar
la tecnología en forma adecuada.
¿Qué deberíamos saber acerca de la sexualidad y de las
diferentes formas en que la tecnología beneficia o perjudica nuestro
deseo de vivir una sexualidad mejor?
REALIDAD VIRTUAL
- La tecnología forma parte de nuestra vida y debemos
tener cuidado cuando la unimos a ciertas actividades de connotación
sexual, ya que les hace perder el carácter de privacidad e intimidad que
estas actividades requieren.
- Muchos ejemplos que se ven en la televisión promueven
erróneamente la idea de que la sexualidad es una actividad pública, con
objetivos puramente lúdicos y que puede practicarse de la piel para
afuera, sin consecuencia alguna tanto para mujeres como para varones.
- Un usuario inteligente de Internet sabe cómo buscar
un sitio educativo sobre sexualidad. La mayoría de la gente también sabe
cómo buscar pornografía y para qué lo hace.
- El cibersexo es una nueva forma de hacer públicas las
fantasías que antes pertenecían al dominio íntimo de la persona o de la
pareja. Al no haber contacto real, se limita a una autoestimulación
frente a la computadora, muchas veces sin saber con quién. Sin embargo,
muchas parejas constituidas pueden hallar en esta herramienta un modo de
ampliar el menú de opciones de juego erótico, previo al encuentro
personal.
- Las “selfies” post sexo son una moda que parece
manifestar la necesidad de que otras personas vean que uno existe, a
cualquier precio y en cualquier circunstancia, como si la autoestima
estuviera tan cuestionada que hay que aparecer en la pantalla sí o sí
para sentirse importante.
- El uso de las redes sociales para exhibir la propia
sexualidad comenzó como una travesura de unos pocos y ahora se ha
transformado en un comportamiento bastante generalizado, aunque muchos
de quienes lo hacen se dejan llevar por la tendencia y después se
arrepienten, como se ha visto en casos aparecidos en los medios. Otras
personas lo hacen porque les gusta la transgresión y la exhibición
pública y ciertas personas lo hacen con objetivos delictivos.
HABLAR CON LOS CHICOS
Es importante advertir a los chicos acerca del riesgo
de la exposición en las redes y en Internet, ya que se arriesgan a
múltiples situaciones incómodas y hasta peligrosas. ¿Cómo hacerlo?
Hablando con ellos según su edad, dándoles educación moral, no solamente
educación sexual y poniendo filtros. Es importante saber que la
tecnología no es mala ni buena, sino que hay un buen uso y un mal uso de
ella. Es posible utilizar la tecnología positivamente en la sexualidad
pero primero hay que entender cómo funciona el sexo porque de lo
contrario el resultado puede ser lo opuesto a lo que se busca.
Es extraño ver cómo las mismas personas que no tienen
problemas en practicar cibersexo, en tomarse selfies y en exponerse en
las redes, dudan muchísimo antes de realizar una consulta sexológica
cuando la necesitan, como si le tuvieran miedo al sexólogo o a la
sexóloga. Sin embargo, cuando se deciden a hacerlo, se sorprenden
gratamente, al comprobar que, muchas veces con una sola sesión, se le
encuentra solución y alivio a problemas que se venían arrastrando
penosamente durante décadas.
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