Dos abuelas asesinadas en sus hogares durante robos

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de
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Brutalidad

Dos ataques, dos abuelas asesinadas

Ocurrieron en las últimas horas en el barrio porteño de Barracas y en la ciudad de Tres Arroyos, en el sur provincial; en el primer caso mataron también a la hija de la víctima; en el otro, abusaron sexualmente de su cuidadora

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Su condición de mujeres muy mayores, al cuidado de otra. Su relativa soledad. La brutalidad de quienes se aprovechan de tal situación. Elementos en común entre dos crímenes ocurridos muy lejos uno del otro, sin ninguna vinculación más allá de esas coincidencias. Coincidencias que ponen en evidencia la fragilidad de los abuelos solos, objetivos de la saña de los delincuentes en todo el país.

Hay, además de la edad de las dos víctimas (86 años ambas), otro punto en común entre estos dos hechos, uno ocurrido en el barrio porteño de Barracas y el otro, en la ciudad de Tres Arroyos, en el sur bonaerense: los investigadores creen que los homicidas son parte del círculo más cercano de las víctimas, personas que tenían conocimiento más o menos cercano de sus movimientos, y que por eso sabían qué podían encontrar o por qué iban a atacar.
En el caso bonaerense (del que se informa por separado) hay un sospechoso detenido: el hijo de un policía y familiar de un hombre que alquilaba un departamento a la víctima, detrás de su casa. En el otro, sólo conjeturas: ningún acceso fue forzado, no había desorden, no faltaba nada; por eso, los detectives creen que el homicida es alguien conocido de Olga Trinianes, de 86 años, o de su hija, Silvia María López, de 63, ambas mujeres solas que vivían juntas en un departamento de la calle Olavarría 2065.
El viernes por la noche Trinianes y López estaban en su departamento de Olavarría entre Vieytes y Feijóo cuando alguien tocó el timbre. Se sabe que ellas abrieron la puerta sin dudar; también, que hubo una discusión, al cabo de la cual la persona que había llegado -alguien del círculo íntimo de las víctimas, según los detectives del caso- las asesinó a golpes y puñaladas.
Bajo esta hipótesis están trabajando los investigadores que deben resolver el asesinato que durante el fin de semana conmocionó al barrio más emblemático del sur porteño. "Está descartado que el móvil del asesinato haya sido un robo, ya que las puertas no estaban forzadas, en la casa no faltaba ningún objeto de valor y el homicida tuvo tiempo suficiente para robar lo que hubiese querido", dijo una fuente de la investigación.
Los dos cuerpos fueron encontrados tendidos en el piso del departamento de la planta baja; llevaban ropa de vestir y no de dormir, de lo que los investigadores infieren que las mujeres pudieron haber estado esperando a alguien conocido.
"Se revisarán las cámaras de seguridad del edificio de al lado de la casa de las víctimas. Tenemos elementos de convicción como para saber que el asesino es conocido de las mujeres", aseguró uno de los investigadores, quien agregó que no se descarta que hubiera alguna pelea familiar.
Silvia era la única hija de Trinianes; no estaba casada ni tenía hijos. Pero según vecinos del barrio que hablaron con canales de televisión, las mujeres vivían solas desde hacía poco tiempo, ya que hasta hace tres meses compartían la casa con otro hombre que vivía con su esposa e hijo, y que sería familiar directo de la dueña de la propiedad.
La policía intervino en el caso el sábado a la tarde, luego de que una sobrina de Trinianes fue hasta el departamento de su tía y su prima porque hacía varias horas que llamaba por teléfono a la casa y nadie contestaba. Luego de tocar el timbre insistentemente, la mujer fue hasta la comisaría 26». La Policía Federal concurrió al lugar junto con efectivos del cuerpo de bomberos, que forzaron el ingreso al departamento.
De acuerdo con los primeros informes médicos, la mayor de las víctimas presentaba un fuerte golpe en el cráneo, efectuado con un elemento contundente, y su hija presentaba una herida mortal de arma blanca en el cuello y pequeñas heridas en las manos, que podrían ser producto de la resistencia ante la agresión.
Los peritos que inspeccionaron los cuerpos en la escena del crimen estimaron que los asesinatos se produjeron el viernes por la noche, ya que por la rigidez cadavérica se determinó que el hecho había acaecido entre 12 y 18 horas antes de que la policía ingresara en el departamento.
Dentro de la vivienda los investigadores no lograron encontrar el arma blanca empleada por el homicida. Se cree que fue un cuchillo filoso que el asesino se llevó del lugar tras haber consumado el hecho.
Los peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal trabajaron en la escena del crimen durante el fin de semana y secuestraron distintos elementos de interés para la causa, entre ellos, el presunto elemento contundente utilizado para golpear a Olga Trinianes.
Una vecina de las víctimas dijo ayer a la prensa que conocía a estas mujeres desde hacía ocho años y que ambas eran "muy amorosas".
"A la señora [Trinianes] la veía todas las mañanas dándole de comer a los animales de la calle, les ponía agua, leche y esas cosas. Y me parece que no escuchaba bien porque te miraba y te sonreía; era una señora muy buena", describió esa vecina.
La mujer comentó que hacía "dos días" que no veía a las víctimas, lo que le resultaba "raro" ya que diariamente salían a "limpiar la vereda" y a darles de comer a los "gatitos". No obstante, aclaró que ella no vio "ningún movimiento extraño" durante la semana. La causa por el doble homicidio quedó a cargo del personal de la Fiscalía de Distrito de La Boca y del Juzgado de Instrucción N° 7 porteño.

Crímenes con similitudes

• BARRACAS

Las víctimas: Eran madre e hija, de 86 y 63 años. Estaban solas desde hacía pocos meses. Antes vivían con ellas un matrimonio con sus hijos
La entrada a la casa: No se detectó que hubiesen sido forzados los accesos; tampoco había faltantes ni desorden en la vivienda
El ataque: A la mujer mayor la mataron de un golpe en la cabeza; a la hija, a cuchilladas

• TRES ARROYOS

Las víctimas: Una mujer sola, de 86 años, y su cuidadora, de 59
El ataque: La mujer mayor fue atacada en su cuarto; recibió varias cuchilladas; la más grave, en el cuello, que la desangró. Su cuidadora también fue acuchillada y fue atacada sexualmente
El sospechoso: Tiene 21 años, es hijo de un policía y familiar de un inquilino de las víctimas.