reseña de Clarin
El problema, en el teatro
“Escenas de la vida conyugal” es una de esas obras que muestran cómo se puede ser brillante en la profesión y un analfabeto emocional en la pareja. Y cómo las clásicas discusiones por los hijos, por las reuniones familiares o por la falta de sexo pueden ir escalando hasta no encontrar salida.
La clásica obra de Ingmar Bergman llegó al Maipo de la mano de Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli y la dirección de Norma Aleandro. Comienza en tono de comedia que arrancan risas, pero a medida que el matrimonio cumple más y más años de casados, y el descuido no tiene retorno, aparecen las discusiones fuertes, el abandono, la falta de respeto, la infidelidad, los zamarreos, la piña a punto de ser dada. En el público se siente la incomodidad que produce estar viendo una historia conocida, viéndose en espejo. Y con los silencios de Mariana y Juan en escena, llegan las toses, las risas inoportunas. Una pareja que parecía perfecta y feliz y que de repente muestra que el amor no tiene una forma determinada y que, en todas sus maneras, es imperfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario