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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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lunes, 2 de septiembre de 2013

Educación argentina: dos instituciones privadas en la villa 31

La nación publica esta nota de Silvina Premat
 
La noticia resume pilares de nuestra cultura, educación, solidaridad y proyectos. Aquí una reseña y el enlace a la publicación completa cliqueando el título 


Educación, esperanza: dos colegios privados en el corazón de la villa 31



 
 El colegio Filii Dei educa a 1600 chicos de la villa 31
 
Al ingresar en tren a la ciudad de Buenos Aires desde la zona norte impacta la extensión de la villa 31 en Retiro. Entre las construcciones que ocupan todo espacio libre, se destaca un edificio amarillo, de dos plantas, en su terraza se ven niños pequeños jugando y en el muro que da al ferrocarril se informa "Acá hay una escuela".

Es uno de los dos únicos establecimientos educativos que funcionan dentro de esa villa en la que viven unas 30.000 personas, es el jardín de infantes Sueños Bajitos, al que asisten 115 chicos de tres a cinco años. El otro es el Instituto Filii Dei, que educa a 1600 niños y adolescentes. Ambos de gestión privada. Uno fue creado hace dos años y el otro, hace medio siglo. Gratuito uno y con un arancel tan bajo que es considerado "cuota cero" el otro, son parte del 52% de la oferta educativa porteña que es cubierta por escuelas de gestión privada 

Los testimonios se suceden y pueden leerse en el enlace. 

Todos los alumnos del colegio fundado en 1957 por el padre José Dubosc, viven en la villa 31, en un contexto de pobreza y altísima vulnerabilidad socioeconómica. 

-        Estos chicos necesitan más del afecto de uno y entre ellos se integran muy bien. Todos los que trabajamos acá no sólo enseñamos, sino que también ponemos mucho el cuerpo, dijo Elena Suárez, vicedirectora de la primaria. Y sumó
-        Es maravilloso cuando me llaman para contarme que entraron a la universidad o a la Prefectura. Claro que también hemos ido al velorio de otros alumnos. Es una de cal y otra de arena.

María Morales, administradora de consorcios y una de las voluntarias, recuerda   
-        Vimos que vivían en condiciones muy pobres, no había cloacas ni electricidad, estaban lejos de todo y había siempre muchos nenes jugando en la calle sin ir a la escuela.

-        Preguntamos a los vecinos de esa zona, a través de una cartita, qué necesitaban más y nos pidieron una escuela, agregó María Morales -quien con otros voluntarios armaron una asociación civil que llamaron como el lugar donde eligieron ayudar: Detrás de Todo. Pusieron manos a la obra y en 2011 abrieron un jardín de infantes con reconocimiento oficial, Sueños Bajitos, con 22 niños a los que les daban desayuno, almuerzo y merienda.
Para abaratar la compra de alimentos pidieron un freezer a través de los Clasificados Solidarios del diario LA NACION, que vio Adolfo Neufeld, un argentino al que le fue muy bien en los negocios en los Estados Unidos y Suiza, y tenía el sueño de hacer una escuela y ayudar a reactivar la conducción política del país.

"Cuando fui al jardín, vi que tenían un cuartito muy precario y les ofrecí financiar la construcción del edificio", contó Neufeld. Donó el dinero, unos dos millones de pesos, y el material de juegos y equipamiento para que pudiera recibir a más chicos. Hoy asisten 115 y tienen una vasta lista de espera. Es gratuito, si bien existe un bono contribución de $ 15 que no todos pagan. El Estado cubre los sueldos de 23 docentes, y los alimentos y la asociación Detrás de Todo busca cubrir con donaciones el resto de los gastos y mantiene el proyecto de abrir también el nivel primario.

Eugenia Laise, de 24 años, estudiante de Trabajo Social y vicepresidenta de la asociación civil Detrás de Todo y auxiliar en el jardín, comentó
-        A veces los problemas son grandes y te parece que no podés hacer nada, pero cuando ves que invitás a una jornada de limpieza o de pintura, por ejemplo, y vienen muchos de los padres y se ofrecen para colaborar, te das cuenta de que hay cosas que sí son posibles.

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