Hola

Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

Translate

lunes, 14 de abril de 2014

Los niños primero: I Love Vintage


Enlace y reseña de la nota publicada en La Nación

Emprendedores: I love vintage

Valeria Soifer, Federico Caeiro
Por   | LA NACION


Producto: Tienda de ropa usada de niños, de marca y en buen estado.
Año de inicio: 2013.
Inversión inicial: $ 300.000, de fuente propia.
Facturación anual: $ 250.000, proyectada para este año.
Producción: No tienen producción ni marca propia, sino que venden a consignación.
Lugar de trabajo: El local está ubicado en Recoleta, Vicente López 1661.

3 respuestas

1 -¿Cómo es el acuerdo con la ONG Las Tunas? -El convenio con la organización de Benavídez consiste en una ayuda con un porcentaje de ganancias y la posibilidad de que los consignatarios donen la ropa que no se vende.
2 -¿Qué marcas y a qué precios pueden encontrarse? -Hay bodies desde $ 100, y hasta $ 1500 por un tapado Burberrys. Entre otras, se comercializan prendas de Polo, Fendy, Bonpoint, Kenzo, Jeanie & Jack, Abercrombie y Baby Cottons.
3 -¿Se expandirán? -Por ahora, concentran sus esfuerzos en el primer local, para que el próximo paso sea firme.

la idea

Modelos usados que lucen como nuevos
Valeria y Federico, marido y mujer, querían tener algo más que su matrimonio en común. Un proyecto laboral que fuera, a la vez, solidario. Sin abandonar, ella, su trabajo en el sector energético, y él, su ocupación de ambientalista, crearon I Love Vintage. Desde afuera, podría parecer un local de venta de indumentaria como cualquier otro. Pero tiene de trasfondo un concepto diferente: la ropa que se expone allí es usada. La toman en consignación y allí la venden al público. Según cuentan, los movilizó este foco sustentable que funcionaba con éxito en emprendimientos de Europa y los Estados Unidos. "Usar ropa vintage es una forma fácil, económica y elegante de ayudar al medio ambiente", dice Federico, el ambientalista al frente del negocio.

El secreto

Negocio sustentable y solidario
Las premisas de la sustentabilidad, indica Federico, atraviesan el modelo, sin producción ni marca propia. "Nuestro público son las madres que quieren vestir bien a sus hijos sin gastar de más. Son clientas y proveedoras a la vez; se crea una suerte de intercambio responsable, pero no hay trueque, la ropa se vende y se compra", detalla Valeria. Las prendas llegan, se evalúan, y se fija un precio en función del estado, la marca, la demanda y la exclusividad. I Love Vintage admite indumentaria de marcas reconocidas y en excelentes condiciones. Los precios que se consiguen son, según sus creadores, los de "un buen «sale» de afuera". La intención, concluye Federico, es generar un cambio de conducta, "que se instale el concepto de consumo responsable, de darle una nueva oportunidad a lo usado"..

No hay comentarios:

Publicar un comentario