El papa Francisco ofició ayer la misa Crismal en la basílica de San Pedro y por la tarde (hora local) salió del Vaticano para realizar el lavado de los pies, para lo que eligió a doce enfermos y discapacitados.
Tras haber abierto los ritos de la semana santa con la Procesión de las Palmas y la misa solemne de la jornada del pasado Domingo de Ramos, ayer celebró en la basílica de San Pedro la Misa Crismal, en la que los sacerdotes renuevan las promesas sacerdotales, pobreza, castidad y obediencia.
Durante la homilía de la Misa crismal, Francisco señaló: "Me gusta pensar la alegría contemplando a nuestra señora María", comenzó el Sumo Pontífice. "Creo que no exageramos si decimos que el sacerdote es una persona muy pequeña. El sacerdote es el más pobre de los hombres si Jesús no lo enriquece con su pobreza. Soy sacerdote porque él miró con bondad mi pequeñez y desde esa pequeñez recibimos nuestra alegría", afirmó.
Francisco le habló a los sacerdotes de todo el mundo y se refirió a la función de ellos dentro de la Iglesia. "Encuentro tres rasgos significativos: es una alegría que nos unge, es una alegría incorruptible y es una alegría misionera. Una alegría que nos unge a penetrar lo íntimo de nuestro corazón. Diría ungidos hasta los huesos. Nuestra alegría que brota desde adentro es el eco de nuestra unción".
"Una alegría incorruptible que el Señor prometió y nadie nos puede quitar. Nuestra alegría siempre puede ser renovada. Incluso en los momentos de tristeza el pueblo de Dios es capaz de custodiar la alegría. Es capaz de ayudarte a abrir el corazón y encontrar una renovada alegría", enfatizó.
"La alegría sacerdotal es una alegría que tiene como hermana a la pobreza", comentó; y unos segundos más tarde dijo que también "tiene como hermana a la obediencia".
"El sacerdote que pretende encontrar la identidad sacerdotal buceando introspectivamente en su interior quizás no encuentre otra cosa que señales de salida. Si no sales de ti mismo el oleo se vuelve rancio y la unción no puede ser fecunda. Salir de si mismo supone despojo de sí, implica pobreza", expresó.
"Le pido al Señor Jesús que confirme la alegría sacerdotal de los que tienen varios años de ministerio".
Esta ceremonia marca el inicio del Triduo Pasqual, el periodo de tiempo en el que los católicos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
En la celebración del Jueves Santo, el papa introdujo el año pasado, continuando la tradición de cuando era arzobispo de Buenos Aires, el salir fuera del Vaticano para efectuar el lavado de pies a doce personas, imitando lo realizado por Jesús con los apóstoles antes de la Ultima Cena.
El año pasado, Francisco lavó los pies de doce menores recluidos en una cárcel romana, mientras que esta tarde acudirá a la iglesia de Santa María de la Providencia, en Roma, para lavar los pies a doce discapacitados de distinta edad, nacionalidad y pertenencia religiosa.
Los pacientes tienen entre 20 y 70 años, y sufren de enfermedades degenerativas y problemas neuromotores, así como párkinson y alzheimer.
La celebración de la Semana Santa continuará hoy Viernes Santo, con la misa de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro y por la noche a las 21.15 hora italiana (19.15 GMT) acudirá al Coliseo de Roma para el tradicional Vía Crucis.
Las meditaciones de este Via Crucis han sido escritas este año, por voluntad del papa, por Monseñor Giancarlo Maria Bregantini, arzobispo italiano de Campobasso, siguiendo el esquema clásico tradicional de las XIV Estaciones.
Bregantini tratará en sus textos asuntos como el pecado, la economía y la crisis financiera, la corrupción o la indiferencia ante los inmigrantes y el problema del desempleo.
El sábado Franisco celebrará en la basílica de San Pedro la Vigilia Pascual y al día siguiente, Domingo de Resurrección, oficiará la Misa de Resurrección e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad de Roma y a todo el mundo).
El 21 de abril, conocido como el "Lunes del ángel", el papa Francisco rezará a mediodía la oración mariana del Regina Coeli con los fieles y peregrinos que se darán cita en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras y recibir su bendición apostólica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario