Has visto esa gente que explaya su sarta de quejas sobre su pareja y concluye,
- Tendría que haberme ido….
- Tendría que haberme separado el día que…
- Tendría que haberte dejado cuando….
Como pasó el tiempo hasta este presente en que se ha metido, puede seguir pasando del mismo modo. Insistir con el deber incumplido, expresado al decir Tendria que…, tapa el vacío de no contestarse preguntas como
- ¿por qué me quedé?
Ni te cuento cuando quien declara su arrepentimiento tardío llega a preguntarse
- ¿Por qué te quedaste?
Como decir, se puede decir mucho, demasiado. La cosa es que las razones se sostengan en las acciones. No vaya a ser cosa que la victima descubra que estuvo usufructuando una situación cómoda, que no tendría en libertad, no vaya a ser que el distraído se entere de que desatendió penas y dolores eludiendo su obligación de compañerismo solidario.
Aquí y ahora la propuesta es hablar. Saldarcuentas.blogspot es una oportunidad para comenzar.
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