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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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viernes, 4 de noviembre de 2011

Maltrato infantil en concurso de belleza por TV


En un video, una niña llora e implora cuando la madre se empeña en depilarle las cejas. La mujer le cuenta a su hija cómo en una ocasión la cera la quemó y le arrancó piel. Otro video muestra  cómo la madre de una pequeña concursante le coloca senos postizos a una niña de cuatro años, para hacerla ver un poco más llamativa. Se puede ver cómo Lindsay Jackson, la madre, quiere arreglar a Maddy, la pequeña, para que se parezca lo máximo posible a la cantante de música country Dolly Parton, cuya figura destaca por sus grandes senos. Para ello, la madre le puso también relleno en los glúteos.

 Son ejemplos del programa infantil, Toddlers & Tiaras, Niñas pequeñas & Diademas, de la cadena TLC, dedicado a seguir a las familias que inscriben a sus bebés y niños pequeños en concursos de belleza. Maquillaje,  bronceados o los exuberantes bailes son las armas con las que las madres tratan de resaltar a sus hijas. Según denuncia The Washington Post, las madres también animan a sus hijas a beber bebidas energizantes para que soporten el ritmo de esperas y ensayos.

 En otro video se ve cómo la madre no se conmueve a la hora de someter a su hija a un bronceado artificial, mientras la pequeña llora y se lamenta. Pestañas postizas, extensiones en el cabello, hasta una prótesis dental infantil removible también son usadas porque la niña tiene los dientes demasiado pequeños y su sonrisa no luce en el escenario. De hecho, esto le está ayudando a conseguir títulos, en palabras de la madre.
 Karmen, la pequeña de seis años, murmura con tristeza al final del video:
-        Estoy sonriendo en el interior.

Crecidas en un ambiente en el que prima un discutible ideal de belleza, las niñas aprenden desde muy pequeñas, por la fuerza y por influencia de sus madres, a ser productos de exhibición. Tratadas como un objeto de belleza a su corta edad, estas pequeñas niñas son fijadas en un estereotipo femenino superficial y competitivo. Este ciclo televisivo expone cómo niñas que apenas tienen edad para entrar en la escuela riñen entre sí.

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