Natalia Avseenko, bióloga rusa, nadó y jugó en el Mar Ártico, que registraba una temperatura de 1.5º bajo cero, en su acercamiento a dos ballenas beluga. Ocurrió en la región de Murmansk Oblast, en el extremo noroeste de Rusia, a orillas del mar Blanco, cerca de la rama del círculo polar ártico, en el Utrish Dophinarium. En esa área del mar hay una pileta de ballenas y delfines, donde se las domestica previamente a su traslado a diferentes acuarios.
Debido a que las belugas huyen a todo tipo de material artificial con el que tomen contacto,
la científica rusa se sumergió desnuda. Impresiona la delicadeza respetuosa con la que se contactan. Imágenes o videos pueden encontrarse en Google, en Youtube y en otros buscadores, con las palabras de este título.
Natalia, de 36 años de edad, experta en yoga, utilizó este conocimiento para permanecer más de diez minutos bajo el agua, interactuando con Nilma y Matrena, dos ballenas beluga.
Conocidas mundialmente porque con sus caras son capaces de transmitir expresiones humanas, las ballenas beluga habitan principalmente los mares de Europa, Norteamérica y Asia.
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