Olga Zubarry entrevistada en el homenaje por 50 años de Hijo de hombre
-¿Qué recuerdos tiene del rodaje de Hijo de hombre ?
-Muchos y muy gratos. Yo nunca había trabajado con Lucas Demare, su director, que me ofreció el papel, no demasiado convencido de que yo lo podía desempeñar según su gusto. Pero el film, adaptado del cuento "La sed", del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, fue tomando forma durante una filmación muy dura llevada a cabo casi en su totalidad en el Chaco. Poco a poco, Lucas y yo comenzamos a entendernos y yo sabía lo que él quería para alguna escena, mientras que yo admiraba su capacidad de trabajo. Así nació Hijo de hombre , sin duda un film que, a 50 años de su estreno, conserva todavía una enorme vigencia, ya que habla de la paz, de la comprensión de los hombres durante una guerra y de la solidaridad y el amor en un ámbito de enorme violencia.
-¿Por qué decidió dejar su carrera artística cuando todavía podía aportar su talento al cine?
-Mi trayectoria cinematográfica fue una de las etapas más hermosas de mi vida, pero me di cuenta de que alguna vez debía finalizar. Y lo hice cuando nacieron Mariana y Valeria, mis hijas, y cuando puse mi gran entusiasmo en participar de MAMA (Mis Alumnos Más Amigos), una entidad que ya lleva más de 30 años en su afán por ayudar a la infancia y a la juventud en encauzarse dignamente en la vida. Todavía estoy en esa labor, a la que le brindo todo mi amor y mi entusiasmo.
- Luego de Plaza de almas, ¿continuó recibiendo propuestas para volver al cine?
-Sí, y bastantes, entre ellas una que considero muy importante, ya que el director Pablo Trapero me había ofrecido un hermoso personaje en una película que tenía en preparación, pero mi retiro ya era definitivo.
Títulos tan memorables como Los guerrilleros , otra vez dirigida por Lucas Demare; Abuso de confianza, Marianela, Concierto para una lágrima, El vampiro negro, El extraño caso del hombre y la bestia e Invasión son algunos de los títulos en los que Olga Zubarry demostró su enorme eficiencia tanto para el drama más intenso como para la comedia más alegre. "El cine fue para mí -finaliza- una enorme pasión que me brindó enormes alegrías. Ahora ya me quedan sólo los recuerdos de aquellos momentos; recuerdos, en fin, que en la actualidad cobran vida al poder ver otra vez, y en un festival de la categoría de Pantalla Pinamar, Hijo de hombre , uno de mis trabajos para la pantalla más logrados y queridos.".
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