Porque provoca singular curiosidad ver cómo McHugh y Palazzola hacen para arrancar una hora de televisión con un pequeño cuchillo y terminarla, luego de una sucesión de intercambios de bienes mano a mano sin intervención pecuniaria, con una casa flotante en su poder para disfrutar de unas vacaciones, Barter Kings se convirtió en uno de los máximos referentes actuales de esta modalidad televisiva y creció hasta llegar a su tercera temporada, que se iniciará esta noche, a las 23, por A&E. En cada episodio, el televidente no deja de indagarse además por todo lo que hay detrás del trueque, en el que el dúo es casi imbatible. Sobre todo el hecho de que las estrellas de este reality eligieron esta actividad después de encontrar cerradas las puertas laborales que tenían anteriormente. Volcarse al trueque era un riesgo y a la vez, una apuesta a la superación. Ahora, esa actividad se potencia gracias a la TV y el respaldo detrás de las cámaras de editores (sobre todo), continuistas, productores y algún guionista en las sombras. Todos ellos consiguen extraer lo más atractivo de las peripecias cotidianas de los especialistas en el intercambio.
En esta temporada, ya vista entre agosto y octubre en los Estados Unidos, McHugh y Palazzola enriquecen sus rutinas mientras apuntan a un objetivo de máxima que irá marcando la evolución de sus ocho episodios: la apertura de un nuevo local de su exitoso emprendimiento en Utah. En el medio habrá encuentros con las artes marciales y alguna visita con espíritu vacacional al irresistible reducto de Catalina Island. Porque los muchachos del trueque, si tienen una virtud, es la de no quedarse quietos. Si están en movimiento saben que conseguirán mucho más de lo que tienen. Por eso, en el modelo de los reality shows documentales caracterizados por personas que saben dar a los objetos con los que trabajan mucho más valor del que tienen, los Barter Kings no esperan. Salen a buscar. Y en ese camino llegaron por cierto mucho más lejos de lo que imaginaban..
No hay comentarios:
Publicar un comentario