Veredas rotas, semáforos sin sonido, columnas de luz en medio de la acera; hojas de una ventana abierta hacia afuera, sillas de un bar que bloquean el paso y escombros en el borde del cordón. Cada día, los no videntes sortean estos y otros obstáculos para transitar por la capital. Según ellos, es una ciudad hecha sólo para gente que pueden ver.
Hoy es el Día del Bastón Blanco y la comunidad no vidente de Tucumán lo aprovecha para reclamar inclusión social. Dice León Gasparic, uno de los cuatro docentes ciegos de la Escuela Luis Braille, que el principal impedimento que afrontan es la falta de comunicación con la gente,
- Los peatones no saben cómo dialogar con nosotros. Muchos ven que necesitamos ayuda y, aunque tienen intensión de hacerlo, se bloquean. Y aunque en la capital hay dos o tres semáforos sonoros que, en general, funcionan mal, en algunos barrios, podemos transitar sin problemas, pero en el centro tenemos que pedir ayuda para cruzar una calle o una avenida.
Gasparic insistió en que su principal esfuerzo apunta a que los alumnos aprendan a utilizar el bastón blanco y a desarrollar capacidades para circular sin ayuda, en una ciudad que presenta diversas barreras. Uno de los principales propósitos es que los alumnos viajen solos desde su casa hasta la escuela. Para ello aprenden a reconocer la información que proviene del espacio por el que circulan.
En el Día del Bastón Blanco, el educador homenajeó a su bastón:
- es mi salvación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario