- No lo interrumpas ni dejes que él interrumpa a los demás.
- Hacele preguntas de a una por vez y sólo las necesarias.
- Los maestros deben explicar que muchos chicos hacen "saltitos" al hablar y que como todos somos buenos amigos, les vamos a dar mucho tiempo para hablar, para que se sientan más cómodos y seguros.
- Hacele notar todo lo que hace bien.
- No le digas: "pará, volvé a empezar", "no te apures", "hablá despacio". Eso aumenta la tensión.
- Comunicate con él no sólo verbalmente: acaricialo, miralo, tocalo, aceptale juegos no verbales.
- No desvíes la mirada cuando te esté hablando.
- No le completes las frases.
- Mostrá interés por lo que está diciendo no por "cómo" lo dice.
- Hablale en forma pausada, con frases cortas y con un lenguaje fácil, adecuado a su edad.
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