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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.
Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.
Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.
Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.
Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.
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sábado, 30 de abril de 2011
Ernesto Sabato, 1911-2011, y el general Lavalle. Aporte al conocimiento de una gesta
Este es el párrafo.
El general Juan Galo (de) Lavalle, argentino, 1797-1841,
murió en Jujuy, durante una breve escaramuza.
Los pocos hombres que lo seguían y su reciente
enamorada, Damasita Boedo, sostuvieron una larga marcha a
Bolivia para sepultarlo dignamente, sabedores de las afrentas
que esperaban a los restos mortales de su general si caían en
manos de enemigos como Manuel Oribe, que vejó los restos
de Marco Avellaneda luego de darle muerte infame. En
Cerro Chico, Huacalera, el coronel Alejandro Danel,
descarnó el cuerpo de su general. El corazón y los huesos de
Juan Lavalle descansaron en la catedral de Potosí hasta que
en 1858 volvieron a la Argentina. Fueron recibidos por
Alejandro Danel.
Alejandro Danel, 1791-1865, nació en Francia, donde
inició la carrera militar. Luego de Waterloo se desvinculó del
ejército de su país. Convocado por Bernardino Rivadavia
emigró a la Argentina para combatir por la independencia.
Era hijo de un médico de igual nombre que revistó como
cirujano del ejército francés.
En Cerro Chico, Alejandro Danel conjugó historias y
adversidades para enfrentar el infortunio.
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