Nick Stokes, personaje interpretado por George Eads en CSI, define para un colega
- Narcocorridos, le pusieron música a las noticias de policía.
Del mismo episodio, en SER UNO Pasión en relaciones comprometidas, publicado en 2008,
En un episodio de CSI, serie de televisión, el crimen en la comunidad mejicana se devela en el desenvolvimiento de su trama, sustraído de un narcocorrido, cantado por el conjunto Trancazo Norteño. No hay referencias de que sea un conjunto musical existente fuera de este episodio de la serie.
El asesino comete su crimen calcando el modelo de otro homicidio, perpetrado y cantado desde hace más de diez años. Detenido, sabe que no le espera otra condena sino la muerte, con tanto espanto ha adornado su delito. En el interrogatorio reconoce haber seguido al pie de la letra la canción. En cuanto a su motivación, no le importa que morirá, de premio tendrá la inmortalidad que le dará la canción que de seguro le dedicarán. Da su razón. Le vale más esa muerte que esta vida que lleva, lavacopas en Las Vegas o desocupado en Méjico.
Copla al principio, copla al final y entremedio, un criminal que ejecuta lo que recitaba, convencido de que es un héroe.
El corrido en cuestión no es decididamente típico. La tradición de los corridos del norte es cantarlos para contar historias de valentía.
Los Tigres del Norte, reputado como el mejor conjunto musical del género, no se muestran con armas ni se relacionan con drogas, tampoco toman partido. Sin apología del delito, dedican sus corridos a narrar crónicas. Previenen del futuro que llega.
Sus coplas definen a los corridos del norte, también llamados nuevos corridos,
Voz del oprimido,
retrato hablado,
calificativo
hasta exagerado,
es el corrido
que me han enseñado.
Tal es el mundo que vivimos. Bloques de información que se portan, se relucen, se actúan y en el fondo de la caverna, alguien temeroso de asomarse, sin herramientas para vivir. Sin brújula ni astrolabio. Sin Circe.
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