Se ha estrenado en Buenos Aires la obra teatral TOC TOC. Tratando sobre manifestaciones de los Trastornos Obsesivo-Compulsivos (TOC), quien más quien menos, puntos de identificación hay para todos.
No he encontrado referencias al título en tanto así, repetido, evoca una alusión a la onomatopeya del llamado a una puerta, que se condensa con las siglas del trastorno psicopatológico referido. En este repertorio de síntomas que propone la obra, cabe considerar que hablar con onomatopeyas incluidas en el lenguaje coloquial es también signo de trastornos.
Esta referencia a la condensación no es ociosa. Los afectados de TOC buscan conexiones mentales donde pueden para sobrellevar sus penurias y los resultados son sus síntomas.
Un aporte importante que no he hallado se mencione, es que el TOC se diagnostica cuando las conductas o ideaciones son parasitarias, esto es, inútiles en cuanto a sus efectos prácticos. Nadie elegiría un cirujano que no se lava las manos concienzudamente ni a un piloto de avión que se abandone a la distracción en lugar de estar atento a detalles inadvertidos para los demás.
Por lo demás la obra, imperdible, despierta la simpatía del público, que encuentra reflejados, con humor y fino acercamiento, preocupaciones, asedios y rituales, propios y de sus allegados.
Por último, y ajeno a la obra, cabe anotar una de las propuestas más novedosas para quienes padecen TOC. Dentro de la terapia narrativa es un primer paso para elaborar las angustias inasibles que los aquejan. Consiste en escribir sus preocupaciones, dentro de la contención experta que pueden encontrar en un profesional especializado.
Tema caro a mi enfoque, la decisión de los pacientes en esta obra, de contarse sus vivencias con la esperanza de curarse, recuerda a Cerca y Demasiado Lejos, opera prima de Marianne Ahrne, sueca, directora cinematográfica, tema que traté en DESAFÍO DE BIENESTAR Viviendo más allá del stress, en el capítulo DE RESILIENCIA A PROPÓSITO DE SANAR.
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