Hola

Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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martes, 18 de enero de 2011

OSTENTAR O APARENTAR ANTE LOS DEMÁS

Escuchamos la radio. En su programa dominical Todo por hacer, Jorge Lafauci lanza el tema de ostentar o aparentar ante los demás.

Y abre la comunicación –teléfono, SMS, mails- con el público.

Comentarios variados de distinto tenor, van llevando el tema a quienes pregonan de lo que carecen. La impostura suma rechazos.

Aporto aquí una anécdota. En los ensayos de una ópera, se presenta un hombre, quiere saber por qué no lo han convocado en esta ocasión.
El ejecutivo de relaciones públicas intenta explicarle, nada que ver su voz, son innegables sus condiciones excepcionales, pero al resto del elenco se le hace difícil trabajar con él, dada su arrogancia. Enterado de estos motivos, el hombre pregunta,

- ¡¿Arrogante yo, el gran Kiepura?!

Jan Wiktor Kiepura, 1902-1966, tenor y actor polaco. En 1936, escapando del nazismo, se refugió en Estados Unidos. Casado con Marta Eggerth, soprano, ambos emigraron y actuaron en operetas, conciertos, discos y films hasta su muerte. Hay referencias de que en 1929 y 1939 actuó en Buenos Aires, entre sus múltiples viajes por todo el mundo. En la década del 30 comenzó a actuar en el cine, llegando a participar en veinte títulos, consagrándose como muy popular para el público. De su etapa europea previa a su emigración hay escaso material disponible.

Todo exhibirse busca un reconocimiento y una participación. Se aparenta lo que no se tiene. Se ostenta lo que se posee. Relegar los propios dones es desconocer méritos sin compartirlos. El desafío pasa a ser no perder el propio lugar sin ofender a los demás.

Hoy, si bien hay muchas entradas en la Web sobre John Kiepura (también se lo conoce así por su larga permanencia en Estados Unidos), poca gente lo conoce. Quienes hemos  escuchado sus grabaciones, lo recordamos por su calidad.

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