Un escritor de un país vecino orinó sobre la tumba de Borges en Ginebra. La noticia se propagó en los medios y la opinión pública no se extendió demasiado en el asunto.
Un relato breve de Jorge Luis Borges se me hace adecuado para la ocasión. Se trata de JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD, publicado en agosto de 1982 en el diario Clarín, a poco de la guerra de Malvinas. Una crítica de Borges al gobierno de turno, le valió el descrédito por achacoso de parte de un funcionario. La respuesta del escritor fue este poema, que nos acerca a los dos hombres de su título. Cada uno de ellos, en su país de origen, estudió el idioma y la literatura del otro. Destinados a departir sobre cultura, en su único encuentro cara a cara, en unas islas demasiado famosas, ambos murieron, sin sentido, en un enfrentamiento estéril, ya que más nos aprovecharía la fecundidad del diálogo de interlocutores tan cultivados.
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