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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.
Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.
Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.
Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.
Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.
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lunes, 17 de enero de 2011
Estreno de TOC TOC en Buenos Aires
Laurent Baffie, francés, contemporáneo, escribió esta obra sobre distintas manifestaciones del trastorno obsesivo-compulsivo, reuniendo en una sesión de terapia grupal a diferentes pacientes. Pasa el tiempo y la secretaria, interpretada por Jorgelina Vera, les avisa que el doctor ya tomó el avión, pero nunca llega. Los pacientes habían pagado la sesión previamente y no se quieren ir, mientras están esperando afloran sus TOCs y deciden curarse contándose las experiencias de cada uno. El argumento resuena a A puerta cerrada, de Jean Paul Sartre.
En esta propuesta, Lía Jelín –ya hizo esta obra en México- y el elenco, priorizando la participación corporal, redimensionan esta comedia de argumento simple, más centrado en el repertorio de todos estos síntomas variados que abarcan desde algunos que pueden resultan insólitos a otros más reconocibles. Prometen que el espectador reirá desde el comienzo hasta el final y ése mérito es responsabilidad del elenco, inmejorable, y de la directora, creativa que sabe plasmar sus quilates. Diego Gentile, resumió,
- una de las claves de la puesta es que cuanto más trágicos son los síntomas de nuestros personajes, provocamos más risas.
Están el aritmomaníaco, que hace cuentas y comparaciones numéricas todo el tiempo, la que repite todo dos veces, o hace eco de lo último que escucha, el que imprevistamente suelta exabruptos, la perpleja que confirma más de una vez lo que hace y percibe, el que tiene fobia variadas y la que vive perseguida por su temor a las enfermedades. Todos ellos, con una miscelánea de síntomas, conforman una fábrica de disparates y excentricidades, pero no se pierde de vista la gravedad de estos trastornos y la necesidad de superarlos.
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