Dos muertos tras pelea de tránsito
Una pelea de tránsito terminó a los tiros y con dos homicidios. Sucedió el sábado, a las 18, en Chiclana al 7200 del Bº Scarafía de Santa Fe.
La investigación policial y judicial llevada adelante por la Policía de Investigaciones (PDI), y por los fiscales de Homicidios, Cristina Ferraro y Jorge Nessier, progresaron desde la tarde del sábado hasta la víspera en la determinación de la secuencia que tuvieron los hechos que terminaron con un cruento enfrentamiento a balazos ocurrido sobre calle Chiclana al 7200, del barrio Scarafía de la capital santafesina.Se trató de un enfrentamiento a balazos que tuvo como saldo trágico el asesinato del suboficial policial Brian Emanuel Galarza, de 20 años, y de Gerardo Antonio Matterzon, de 34 años, quien contaba con pedido de captura “activo” por un homicidio ocurrido durante 2007.
Lo que vieron los vecinos
El sábado, antes de las 18, el suboficial Galarza y su novia, ambos de 20 años, fueron en el automóvil Ford Falcon hasta la casa de la abuela de ella, que está ubicada sobre calle Chiclana al 7200 del barrio Scarafía. La joven descendió del vehículo e ingresó en la vivienda. Inmediatamente después se desató una lluvia de balazos que arrojaron como resultado que el policía que estaba en el auto resultara herido gravemente y otro hombre que estaba en una moto terminara muerto a metros del enfrentamiento.
Reconstrucción del suceso
Cuando Galarza conducía su automóvil Ford Falcon e iba con su novia se produjo una discusión con un motociclista por cuestiones de tránsito, en adyacencias a la esquina de avenida Blas Parera y calle Vieytes. El diálogo fue áspero. Luego, el suboficial Galarza, estimando personalmente superado el entredicho sostenido con el motociclista, siguió su derrotero hasta el domicilio de Chiclana al 7200, junto a su novia y cuando llegaron, ella bajó a ver a su abuela.
Luego, el motociclista con el que había discutido Galarza llegó hasta calle Chiclana al 7200 del barrio Scarafía, se ubicó al lado de este y, acto seguido, sacó un arma de su cintura y comenzó a dispararle a mansalva al policía que estaba sentado en su vehículo.
Galarza, aunque sorprendido y herido por varios impactos a esa altura de los acontecimientos, igualmente tuvo los reflejos necesarios y alcanzó a sacar su arma reglamentaria, una pistola calibre 9 milímetros, y repelió la agresión a tiros de la mejor manera que pudo.
Cayó muerto en la esquina
Su agresor, con numerosos impactos de bala en su cuerpo, corrió hacia la esquina, pero sus fuerzas menguaron notablemente y cayó en Chiclana y Risso. Quedó completamente inmóvil. Luego se acercaron varios vecinos del barrio, y se estima que algunos de ellos la emprendieron con violencia contra su cuerpo, cuando estaba agonizando.
El agresor falleció en el lugar, según la constatación que finalmente pudo hacer el médico policial que llegó junto a los agentes del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI), de la UR I La Capital, Región III, de la policía santafesina.
La identidad del delincuente
En ese momento, la identidad del agresor fue otra distinta de la real, y cuando efectivamente se ejecutaron los peritajes criminalísticos del caso y se tomaron las huellas dactilares del agresor, fueron cotejadas con las existentes en el índice general del Gabinete de Identificaciones de la policía capitalina. Allí surgió que la verdadera identidad era la de Gerardo Antonio Matterzon, de 33 años.
En el prontuario policial de Matterzon quedó revelado que contaba con pedido de captura “activo” como presunto autor con responsabilidad criminal en un homicidio que ocurrió cuando promediaba 2007.
Los pesquisas policiales de la División Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), y los fiscales de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Cristina Ferraro y Jorge Nessier, presumieron que la identidad falsa que usaba Matterzon era precisamente para eludir la captura vigente desde hacía ocho años.
Asistencia y muerte del policía
Simultáneamente con la lluvia de balazos que se dispensaron mutuamente el agresor y el suboficial Brian Emanuel Galarza, este último fue rescatado con vida, aunque completamente ensangrentado, desde el habitáculo de su automóvil Ford Falcon, y con sirenas y con balizas encendidas fue derivado de urgencia al hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe.
En el nosocomio público fue recibido por los médicos de la Emergentología en el shock room para pacientes en estado crítico. Fue compensado hemodinámicamente con transfusiones de sangre, y recibió asistencia respiratoria mecánica, pero la gravedad de las heridas y la cantidad de sangre que perdió, le produjeron la muerte a las 19.40 del sábado.
Las dos armas secuestradas
Los agentes de la Policía Científica realizaron los peritajes criminalísticos de rigor: huellas y rastros, planimétrico, fotografía y balística, y además secuestraron las dos pistolas calibre 9 milímetros, el arma reglamentaria del policía Galarza que resistió el ataque, y la de Matterzon que tenía la numeración borrada con puntazos de agujereadora.
La autopsia
Fueron realizadas en la morgue judicial santafesina por los médicos forenses que arrojaron que Galarza recibió siete balazos en distintas partes del cuerpo que terminaron con su vida, y que Matterzon tenía ocho impactos de bala que le produjeron la muerte.
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