Adriana Sobrero fue entrevistada por Diego Gez y Tiempo Argentino publica la nota. aqui el enlace y una reseña.
Aprender a reciclar a través de títeres
En la obra Poquito a Poco, que se presenta los fines de semana, una niña utiliza sus dibujos para dar a conocer el problema de la basura sin posibilidad de reutilización. Adriana Sobrero, directora, cuenta cómo surgió la idea.
Con
la problemática ambiental como eje central, el grupo de Teatro de
Títeres Agarrate Catalina vuelve con una militancia titiritera que no
solamente se limita al período de las vacaciones de invierno. En Poquito
a poco, el espectáculo que se exhibe en el Teatro Pan & Arte, se
relata la historia de una nena que utiliza sus dibujos para dar a
conocer el inmenso problema de la basura sin posibilidad de reciclaje
alguno. De esa preocupación por el futuro surgirá un invento tan
maravilloso como inesperado. Según Adriana Sobrero, directora de la obra
y diseñadora de los títeres expuestos en escena, todo se basa en dos
pilares fundamentales:
"El primero de ellos pasa directamente por el medio ambiente y su cuidado, ya que con la basura debemos hacer algo. Y el otro pasa por una técnica que desarrollé en Francia a finales de la década pasada, basada en la iluminación de objetos. Esa práctica se convirtió en un recurso que utilizamos en Poquito a poco".
Pero más allá de la problemática urgente que plantea la obra, Sobrero admite que se trata de una propuesta que más allá del deterioro ambiental busca hacer foco sobre lo que produce el descarte de los elementos que forman parte de nuestra vida cotidiana
"Lo que tiremos nos afectará en un futuro y por eso buscamos concientizar. Los niños preguntan, generan respuestas y cuestionan sobre el rol que todos ocupamos."
Pero si hablamos de los espectadores resulta revelador cómo impacta el tema central en los más chicos.
"Todo lo que pasa alrededor de los niños es muy satisfactorio porque ellos quedan asombrados."
¿Y los más grandes, que suelen ser observadores privilegiados de esas reacciones? Sobrero admite que ellos reflexionan sobre
"la problemática de la basura, al mismo tiempo que generan gratas devoluciones post espectáculo. El feedback es positivo y eso hace que todos, tanto grandes como chicos, salgan contentos por lo visto y por el mensaje que dispara la obra".
–Desde afuera, la escena de los títeres aparenta sumar a nuevo público cada año, especialmente a los adultos. ¿Percibís ese factor como directora?
–"Veo que la escena es muy rica porque hay propuestas que se basan en la búsqueda de alternativas. Por eso, se trata de un espacio que crece mucho, inclusive para el sector de los adultos. Sí, veo ese crecimiento que planteás, siendo lo interesante la exposición de los títeres y todo lo que pueden ofrecer. Es una disciplina que abre espacios a una imaginación muy especial".
"El primero de ellos pasa directamente por el medio ambiente y su cuidado, ya que con la basura debemos hacer algo. Y el otro pasa por una técnica que desarrollé en Francia a finales de la década pasada, basada en la iluminación de objetos. Esa práctica se convirtió en un recurso que utilizamos en Poquito a poco".
Pero más allá de la problemática urgente que plantea la obra, Sobrero admite que se trata de una propuesta que más allá del deterioro ambiental busca hacer foco sobre lo que produce el descarte de los elementos que forman parte de nuestra vida cotidiana
"Lo que tiremos nos afectará en un futuro y por eso buscamos concientizar. Los niños preguntan, generan respuestas y cuestionan sobre el rol que todos ocupamos."
Pero si hablamos de los espectadores resulta revelador cómo impacta el tema central en los más chicos.
"Todo lo que pasa alrededor de los niños es muy satisfactorio porque ellos quedan asombrados."
¿Y los más grandes, que suelen ser observadores privilegiados de esas reacciones? Sobrero admite que ellos reflexionan sobre
"la problemática de la basura, al mismo tiempo que generan gratas devoluciones post espectáculo. El feedback es positivo y eso hace que todos, tanto grandes como chicos, salgan contentos por lo visto y por el mensaje que dispara la obra".
–Desde afuera, la escena de los títeres aparenta sumar a nuevo público cada año, especialmente a los adultos. ¿Percibís ese factor como directora?
–"Veo que la escena es muy rica porque hay propuestas que se basan en la búsqueda de alternativas. Por eso, se trata de un espacio que crece mucho, inclusive para el sector de los adultos. Sí, veo ese crecimiento que planteás, siendo lo interesante la exposición de los títeres y todo lo que pueden ofrecer. Es una disciplina que abre espacios a una imaginación muy especial".
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