El Papa llamó a construir una iglesia alegre y sin cara de luto

Una multitud de 200,000 personas, pese a la lluvia y el frio, acompañó al Papa durante la misa en Aparecida, y les dedicó sus palabras

El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se inflamará de tanta alegría que contagiará a cuántos viven a nuestro alrededor. Es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer, con frecuencia se abre en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros. Pero Dios es la verdadera esperanza pues nunca nos abandona..