Todos los medios comentan esta noticia. Aquí la reseña de La Gaceta, de Tucumán
Más de 40.000 argentinos viajan
a Brasil a ver al Papa
Más de 40.000
jóvenes argentinos iniciaron su viaje a Río para encontrarse con el Papa en
el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), cuyos organizadores
reforzaron las medidas de seguridad a raíz de nuevas protestas sociales,
algunas violentas, en el país vecino.
El contingente local será la
delegación extranjera más numerosa entre las que desde el lunes desbordarán las
calles de la ciudad carioca, delante de la representación de Estados Unidos y
por detrás de los anfitriones brasileños.
Fuentes del Equipo de Pastoral
Juventud aclararon que las inscripciones para la JMJ "superaron todas las
expectativas" y atribuyeron esa convocatoria a "la motivación extra
de tener un Papa argentino y reencontrarse con él" apenas cuatro meses
después de su elección pontificia.
"Los chicos y chicas
hicieron enormes esfuerzos para costearse los gastos que implica ir a este
evento histórico y se han preparado espiritualmente para participar activamente
como peregrinos y no como turistas", dijo a la agencia de noticias DyN el
sacerdote Mario Miceli, coordinador nacional de los grupos que asisten a la
JMJ.
El mayor número deberá recorrer
entre 2.500 y 5.000 kilómetros por rutas argentinas y brasileñas, y matizar con
mates, canciones y oraciones un viaje a destino que, en algunos casos,
demandará más de 70 horas.
El "target" del
peregrino argentino oscila entre los 14 y los 35 años. La mayoría pertenece a
grupos parroquiales, otros a movimientos eclesiales como los Focolares o
los Neocatecumenales y un buen número a la Acción Católica y a los scouts.
También hay sacerdotes,
religiosas y religiosos, además de 27 obispos que se sumarán a las delegaciones
este fin de semana y predicarán varias de las catequesis en español que habrá
durante la JMJ.
Mientras, en Brasil crece la
expectativa y el Comité Organizador de la JMJ asegura que "está todo
listo" para recibir el lunes al Papa en tierra latinoamericana.
En tanto, las autoridades
políticas reformaron las medidas de seguridad, pese a que el pontífice pidió un
operativo "light" para su estadía en Río.
Francisco descartó trasladarse
en un papamóvil y eligió un jeep descapotado similar al que utiliza en el
Vaticano.
"Es la decisión del Papa,
que afronta el viaje con serenidad y confianza", argumentó el vocero de la
Santa Sede, sacerdote Federico Lombardi.
Sin embargo, las protestas de
las últimas horas con quema de carteles de la JMJ y los choques de
manifestantes con policías hicieron que las autoridades elevaran de 12.000 a
14.000 el número de policías y militares que se desplegarán por la ciudad la
semana próxima.
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