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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.
Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.
Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.
Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.
Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.
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viernes, 20 de diciembre de 2013
John Steinbeck, 27 de febrero de 1902 – 20 de diciembre de 1968: Consejos para escribir
Enlace
y reseña de la nota publicada en La Gaceta, el martes 17 de diciembre de 2013
Lo demostró John Steinbeck, de cuya muerte se cumplen 45 años. La Gran Depresión fue un tema central para el ganador del Nobel.
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Consejo número 1: “abandona la idea de que algún día
vas a terminar lo que estás escribiendo. De esta manera no te agobias,
podés concentrarte en el trabajo y el final llegará como una sorpresa
agradable”.
Lewis Milestone, John Ford, Victor
Fleming, Elia Kazan y Alfred Hitchcock convirtieron a las novelas de
John Steinbeck en grandes películas. El cine es una de las aconsejables
puertas de ingreso a la obra del californiano, de cuya muerte se
cumplirán el viernes 45 años. Ganador del Nobel y del Pulitzer,
Steinbeck fue un hábil buceador entre géneros, aunque se lo reconoce
como un eximio retratista del realismo social estadounidense.
Consejo
número 2: “escribe con la mayor fluidez y velocidad que puedas,
escúpelo todo en el papel; no corrijas ni reescribas hasta que
termines”.
¿Cómo se puede asustar a un hombre
que no sólo carga con el hambre de su vientre sino también con el de sus
pobres hijos? No se le puede atemorizar porque este hombre ha conocido
un miedo superior a cualquier otro. El fragmento de “Viñas de ira”
(1939) desnuda la crudeza con la que Steinbeck pintó la Gran Depresión
norteamericana. Es una historia cruzada por la desdicha y el dolor,
protagonizada por una familia de granjeros obligada a desarraigarse de
sus tierras en Oklahoma. El libro le valió el Pulitzer a Steinbeck y
Henry Fonda protagonizó el filme, una obra maestra de John Ford.
Consejo número 3: “escribe para una sola persona, no para una masa desconocida a la que no puedes complacer por completo”.
Las
vivencias que recogió Steinbeck mientras erraba por los polvorientos
caminos de California salieron a la luz en “De ratones y hombres”
(1937). Aquí son los amigos Lennie y George quienes recorren las rutas,
empleándose aquí y allá, siempre con la Gran Depresión como escenario.
Otra pintura de la pobreza y la desesperanza, encarnada en seres
desamparados y carentes de futuro.
Consejo
número 4: “si una escena o sección se te resiste, pero crees que es
necesaria, déjala a un costado y continúa por otro lado. Cuando termines
podrás regresar a ella. Tal vez descubras que la razón por la que te
daba problemas era porque realmente sobraba o no encajaba ahí”.
James
Dean alcanzó el estrellato gracias a su primer protagónico. Steinbeck
se lo sirvió en bandeja y Elia Kazan puso la cámara. “Al este del
paraíso” (1952) fue un vigoroso paso adelante en la carrera de
Steinbeck. Él lo consideró su trabajo más logrado. La saga de las
familias Hamilton y Trask se extiende durante décadas, a partir de la
Guerra de Secesión, y le permite al autor meterse en lo más profundo de
sus personajes. Hay varios planos de lectura e infinidad de metáforas en
esta vuelta de tuerca sobre el más clásico de los temas: la tensión
entre el bien y el mal.
Consejo número 5:
“cuidado con una escena que te gusta demasiado, más que las demás. Es
frecuente que destaque demasiado y que no termine de conjugar con el
resto, y que ese favoritismo le reste verosimilitud”.
En
“¡Viva Zapata!” (también del 52), Steinbeck abordó la vida del
revolucionario mexicano. Lo interpretó Marlon Brando en la película de
Elia Kazan, por la que Anthony Quinn ganó un Oscar. Otro personaje
histórico con el que jugó Steinbeck fue Henry Morgan, aunque “La taza de
oro” (1929, su primer libro) abreva en el fantástico. “El pony rojo”
(1933), “Tortilla Flat” (1935), “En la jungla de la noche” (1950) y “El
invierno de mi desazón” (1961) constituyen paradas ineludibles en el
recorrido de la obra de Steinbeck. Había nacido en Salinas (California)
en 1902, recibió el Nobel 60 años más tarde y murió el 20 de diciembre
de 1968. Junto a sus libros dejó valiosas enseñanzas, como estos seis
consejos imprescindibles para todo escritor.
Consejo
número 6: “a los diálogos leelos en voz alta mientras los escribes.
Así, la conversación parecerá más realista, se acercará más a la palabra
hablada”.
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