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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.
Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.
Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.
Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.
Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.
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viernes, 12 de agosto de 2011
Millones de usuarios recurren a las páginas de romances clandestinos CON COMENTARIOS
Desde sus comienzos Internet resultó eficaz para proponer contactos amorosos o de amistad. Luego crecieron los chats y los sitios y redes sociales dedicados a encontrar parejas formales o informales. La última moda son los sitios exclusivos para quienes pretenden ser infieles sin complicaciones. Internet trajo la revolución de tener una aventura rápida y sin dejar rastros.
Ashley Madison, Second Love, Romance Secreto, Gleeden, Victoria Milan, son los más nombrados de estos sitios que ofrecen contactarse confidencialmente.
En Canadá y Estados Unidos los sitios de encuentros casuales no son recientes, el sitio Ashley Madison, líder del sector, está presente desde una década atrás y cuenta con 10000000 de usuarios en todo el mundo.
Proponiendo romances secretos, aventuras discretas, paréntesis infieles, estos sitios web captan a su público insatisfecho con su realidad de pareja pero sin ganas de cambiarla. Dejar de lado el aburrimiento de la rutina, coquetear, sexo sin compromiso completan el menú ofrecido.
Carla Couto, de Second Love, describió en una nota del diario Clarin el perfil de estos usuarios: hombres y mujeres de 31 a 40 años, clase media alta, estudios superiores, muchos de ellos con hijos, en su mayoría heterosexuales conviviendo o casados entre uno y cinco años.
La confidencialidad que da no utilizar sus nombres reales y navegar por tales sitios sin dejar rastros, unida al hecho de contactar personas comprometidas sentimentalmente con terceros, es lo que más valoran los usuarios.
COMENTARIOS
Entre los rasgos que definen a las relaciones de infidelidad hay dos de ellos que se nombran escasamente o nunca. La necesidad de clandestinidad y de correr cierto riesgo.
La clandestinidad de la relación es vehículo de sentimientos, impulsos, pensamientos, ideas, palabras que se mantienen en secreto y pocas veces se comunican abiertamente, aún en una relación comprometida. En una relación clandestina se comparten, pero el otro está destinado a ser vehículo sin futuro para legitimar estas dedicaciones.
La necesidad de riesgo en estas relaciones consiste en exponerse, con más o menos recaudos, a ser descubierto o no, abandonando las consecuencias inmediatas y las secuelas un tanto más remotas. Aunque se logre pasar inadvertidos, se embroma a alguien.
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