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Palabra más, palabra menos, todos concordamos en buscar bienestar para nuestras vidas. Aun a quienes les gusta el jaleo, a quienes buscan problemas, a quienes revuelven desconsuelos, los guía la búsqueda del bienestar que sucederá a estas tempestades.

Avanzando, en el imaginario colectivo está resuelto qué es el bienestar: bien estar es estar bien.

Deslizamiento de tales cavilaciones, el paso siguiente para estar bien, es no estar mal y para ello se huye ante contratiempos y dificultades.

Pero pendientes las necesidades, por más que se postergue, se aplace o se demore su respuesta, las urgencias volverán.

Este blog trae situaciones de la vida que reflejan cuentas saldadas, cuentas a saldar. Un paso para conseguir otro equilibrio. Ya, aquí y ahora. Otro bienestar es posible.

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sábado, 24 de diciembre de 2011

Después de siete años reapareció una niña considerada muerta en el tsunami


Después de siete años reapareció una niña considerada muerta en el tsunami 

Meri Wati Yulanda había desaparecido durante las inundaciones causadas por el tsunami que devastó su barrio, en el distrito de Aceh Occidental, al norte de la isla indonesia de Sumatra. El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de 9,1 grados causó un tsunami que destruyó localidades costeras de una docena de naciones bañadas por el océano Índico y mató a 226000 personas. Aceh fue la zona más afectada por el maremoto con 164000 muertos. Durante siete años, sus padres creyeron que su hija estaba muerta. 

Viviendo en otra localidad, cuando la gente le preguntaba, Wati respondía que buscaba a sus padres en Meulaboh, pero no recordaba la dirección de su casa ni el nombre de sus familiares, excepto el de su abuelo Ibrahim. Un día, a su abuelo le llegaron esas noticias, y se trasladó al pueblo vecino junto con la madre de la pequeña, quien fue identificada por sus marcas de nacimiento, un lunar en la cadera y una cicatriz en la ceja.
-        Mi nieta fue obligada a mendigar hasta entrada la noche. Cuando no conseguía reunir el suficiente dinero, le pegaban, contó su abuelo, Ibrahim, refiriéndose a quien la crió durante esos siete años, una madre soltera.

Pero el miércoles pasado, la niña a la que se dio por muerta durante siete años se reencontró con sus padres cambiando así el dolor de estas vidas.

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