El programa Orquestas y Coros para el Bicentenario, que hace dos años puso en marcha el Ministerio de Educación de la Nación, destinado a escuelas ubicadas en zonas de alta vulnerabilidad social de todo el país, propone emplear la música como herramienta de transformación social para mejorar el acceso de los alumnos a los bienes culturales, tender puentes hacia la reinserción en la escuela, colaborar en la retención escolar y estimular el contacto y regocijo de la música.
Las escuelas descubren vocaciones. Ya hay 21 agrupaciones infantiles y juveniles en el país, pero este programa de Orquestas y Coros tiende a involucrar a la familia y a la comunidad. Y lo logra, pues además de presentarse en instituciones y sociedades de fomento, los padres participan.
Pertenecer a una orquesta enseña a niños y jóvenes a trabajar en grupo, adquirir hábitos de estudio y alcanzar metas, pues
- estimulan a los chicos para aprender. Es la escuela soñada y la comunidad forma parte, dijo Graciela Gutiérrez, madre de un adolescente que estudia violoncello.
La orquesta de Florencio Varela, que pertenece a la Dirección General de Escuelas bonaerense, desde sus comienzos en 2005, trabaja en articulación con el programa del Ministerio nacional. Su proyecto incluye, además de la sinfónica juvenil, varias orquestas, la sinfónica infantil, la de jazz y la de tango, más un coro de niños, otro de adolescentes y adultos, y un taller de luthería. Esta propuesta es conducida por Osvaldo Aguilera, que como director comenzó hace tres años con 15 alumnos y ya suma 800, y comenta,
- En la orquesta los chicos se dan cuenta de que pueden y llegan a tocar cosas de gran complejidad, como la ópera Fidelio. A su vez los jóvenes de la sinfónica juvenil cuentan,
- siempre que les da una partitura difícil les dice que les va a salir, que es un desafío. Y les sale.
Claudio Espector, impulsor de las orquestas juveniles desde hace varios años, coordinador del programa del ministerio nacional y músico, sostuvo
-Los chicos más carentes están estigmatizados conque no pueden aprender, pero en la orquesta aprenden, y agregó que la experiencia demuestra que, además, aumenta su concentración y su compromiso con la escolaridad.
Tanto Claudio Espector como Osvaldo Aguilera subrayaron el valor de que la enseñanza parta de profesionales de alto nivel, pues con sus recursos descubren, en el trato con los chicos, fuertes vocaciones de ser músico.
El Director Osvaldo Aguilera recapituló
-Los chicos perciben cuando el compromiso es profundo, y no superficial, y eso genera los cambios que se ven.
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