El remate de las joyas de Liz Taylor superó récords
La curiosidad
en torno a las joyas era tal que Christie's sólo permitió el acceso a su sede
neoyorquina a quien abriese una línea de crédito de 100.000 dólares. Cuatro horas
después los 80 lotes orillaron los 116 millones de dólares, lejos de los 30
millones que se habían augurado.
La
estrella de la subasta fue una impresionante perla conocida como La Peregrina, uno de los numerosos
obsequios del gran amor de su vida, Richard Burton. Se vendió en la primera mitad
de la velada en 11.8 millones de dólares, nuevo récord mundial de venta de una
piedra preciosa durante una subasta.
Varias
soberanas españolas lucieron la joya, que data del siglo XVI y perteneció a la
Corona española durante ocho generaciones, hasta que José Bonaparte huyó del
país con la famosa perla, que pasó después por Irlanda y Estados Unidos hasta
terminar en manos de Lyz en la década
del 60.
Christie's había previsto hasta 3.5 millones
de dólares para La Peregrina,
montada en un collar de otras perlas, rubíes y diamantes.
Otras de
las joyas fueron un diamante plano con engarce de oro conocido como Taj Mahal, con el que Burton sorprendió
Liz en su 40° cumpleaños, vendido por 8.8 millones de dólares y un sautoir de
zafiro y diamantes firmado por Bulgari en estilo Art Decó subastado en 5.9 millones
de dólares. Un anillo de diamantes color amarillo -su color fetiche- se vendió
en 2 millones.
La subasta
continuará con su colección de ropa, toda una historia de la moda en el siglo XX,
en la que destacan vestidos estampados de Pucci de los años sesenta, chaquetas
con pedrería de Versace de los ochenta y varias piezas de Christian Dior, piedra
angular del armario de la actriz.
Dos de
las prendas que más interés han despertado son los vestidos que Elizabeth
Taylor llevó en el día de sus bodas con Burton, en 1964 y 1975, uno de ellos en
seda amarilla firmado por Irene Sharaff, y el otro de seda de colores verde y
rosa de la diseñadora Gina Fratini.
Elizabeth
Taylor, falleció en marzo pasado, a los 79 años, víctima de un fallo cardiaco.
Durante la temporada de subastas del año, se destacaron, con especial preeminencia,
algunos de sus retratos, entre ellos Liz 5, firmado por Andy Warhol y
vendido en unos 27 millones de dólares.
