Cuando Gandhi era estudiante de derecho en la University
College de Londres, un profesor, Peters, estaba malquistado con él.
Estando Peters almorzando en el comedor de la Universidad, el
alumno Gandhi se acerca con su vianda y se sienta a su lado. El profesor le
dice
- Señor Gandhi, veo que no entiende. Un puerco y un pájaro,
no se sientan a comer juntos.
A lo que éste responde
- Esté usted tranquilo profesor, me voy volando.
Y, se cambió de mesa. Peters decide vengarse en el próximo
examen; pero, Gandhi responde brillantemente a todas las preguntas. Finalmente,
le lanza su desafío
- Señor Gandhi, supongamos que Ud., caminando por la calle, encuentra
dos bolsas, dentro de una de ellas está la sabiduría y en la otra mucho dinero,
¿Cuál de los dos se lleva?.
Gandhi respondió sin dudar
- ¡Claro que el dinero profesor!
El profesor, seguro de vencerlo, le dice
- Yo, en su lugar, hubiera tomado la sabiduría, ¿no le
parece?
Gandhi responde:
- Cada uno toma lo que no tiene profesor.
El profesor Peters, fuera de sí, escribe IDIOTA en la hoja del examen y se la
devuelve al joven.
Gandhi toma la hoja y se sienta. Al cabo de unos minutos se dirige al profesor
y le dice:
- Señor Peters, usted me ha firmado la hoja, pero no me puso la nota.
La historia circula en las redes y en la web, habitualmente con
el aditamento de recomendaciones sobre cómo tomar las ofensas. A mí se me hace que tal es un
paso inicial. No estamos libres de lo que percibimos, la cuestión de cada quien es
qué se hace con ello, lo que no se agota en cómo lo tomas. El paso siguiente es la
respuesta que cada cual da. Somos humanos, decidimos, elegimos, y la palabra es nuestra.
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